El bullying no es un juego
Fuente:SEP, OCDE
Cuántas veces has hecho una broma a un compañero de clase, cuántas veces te has sumado a la burla grupal hacia algún estudiante o has hecho caso omiso a esta situación, cuántas veces has permitido comportamientos negativos de tus alumnos y cuántas veces has recibido insultos, humillaciones y golpes de aquellos con los que compartes un aula.
“La cultura nos lo enseña, lo permite y lo promueve a través de la familia, la escuela, los amigos, los medios de comunicación, etc. El acoso, tiene un factor de origen cultural, se considera ‘tan chistosa’ y divertida a la persona burlona, que no distinguimos la burla del chiste”, escribe la psicóloga Patricia Olguín Pérez, en la página web de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Escuela libre de acoso.
Agrega que las personas con comportamiento “burlón” se sienten triunfadoras ante la ridiculización de los otros; y menciona la “normalidad” de encontrar en la televisión programas de versiones cómicas de la “escuelita” en las que lo gracioso es reírse de los demás, incluso, los maestros son objeto de esta burla o ellos se burlan de los alumnos.
En este contexto, en nuestro país el 20 por ciento de los estudiantes de 15 años reportaron haber sufrido abusos por parte de sus compañeros, cuando menos varias veces en un sólo mes, esto de acuerdo con la prueba de Bienestar de los estudiantes: PISA 2015, realizada por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Actos de acoso escolar o bullying, como el robo o la destrucción de útiles, golpes, burlas, rumores negativos, exclusión y amenazas, colocan a México en el lugar número 12 de 35 países miembros de la OCDE. Así, nuestro país supera el promedio internacional en este rubro, 18.4 por ciento.
Cabe mencionar que desde 2014, la organización internacional detectó que el bullying es un problema en México, luego de colocar a nuestro país en el nivel más alto de acoso escolar cometido en primaria y secundaria, de acuerdo con los resultados obtenidos en la Encuesta Internacional sobre Enseñanza y Aprendizaje (TALIS, por sus siglas en inglés).
Identifícalo, evítalo, denúncialo
El acoso escolar o bullying es un comportamiento prolongado de abuso y maltrato que ejerce un estudiante, o un grupo de alumnos, sobre otro u otros, con el propósito de intimidar o controlar, mediante contacto físico o manipulación psicológica durante la estancia en la escuela.
De acuerdo con la página web de la SEP Escuela libre de acoso, se consideran tres tipos de abuso:
- Acoso verbal: consiste en expresar de manera directa o indirecta entre los alumnos palabras desagradables o agresivas cuya intención sea humillar, amenazar o intimidar al otro. Se incluyen burlas, insultos, comentarios sexuales inapropiados, provocaciones.
- Acoso social: consiste en lesionar emocionalmente las relaciones de un alumno con otro, aislarlo, no tomarlo en cuenta o marginarlo. Puede ser directo o indirecto, como divulgar rumores acerca de sus actividades personales y avergonzarlo en público.
- Acoso físico: la acción continua de un alumno o alumnos para lastimar u ocasionar lesiones corporales a otros, o deteriorar sus pertenencias. Incluye golpear, patear, pellizcar, escupir, hacer tropezar, empujar, tomar, romper o esconder sus cosas, hacer gestos desagradables o inadecuados con la cara o las manos.
Cyberbullying en las escuelas
Otra modalidad del acoso escolar que ha tomado relevancia ante el incremento del uso de las tecnologías y los social media, es el ciberbullying. Este término se utiliza para describir cuando un niño o adolescente es molestado, amenazado, acosado, humillado, avergonzado o abusado por otro niño o adolescente, a través del uso de internet en computadoras, celular o tablets.
Los abusos, al igual que el bullying, son cometidos de manera reiterada y en diferentes formas, como: insultos, discriminación o burla sobre características físicas, forma de vestir, gustos, hacer pública información o fotografías que avergüenzan a la víctima, robo de identidad y suplantación, hasta amenazas de daño físico, entre otros casos, que incluso podrían ser tipificados como delincuencia juvenil.
Las consecuencias del ciberbullying son compatibles con las del bullying; sin embargo, al no ser presencial el acoso son menos visibles y difíciles de detectar. El ausentismo escolar, el abuso en el consumo de sustancias nocivas, depresión, baja autoestima, relaciones deterioradas con los padres e incluso el suicidio son algunos de los riesgos.
El Observatorio Laboral te recomienda seguir estos consejos para evitar ser víctima del ciberbullying:
- Cuida la información que subes a tus redes sociales, con quién la compartes y en presencia de quién accedes a tu cuenta.
- No prestes tus contraseñas ni los accesos a tus cuentas.
- Monitorea si existen dispositivos desconocidos que se han conectado a tu cuenta.
- Si eres víctima, habla con tus padres o maestros, para que juntos encuentren una solución.
- No formes partes del ciberbullying.
- Utiliza los mecanismos de reporte de redes sociales y mensajería instantánea si estas siendo víctima de este tipo de acoso.
Estos comportamientos desafiantes u hostiles, provocan la ruptura de organización de las actividades individuales y grupales dentro y fuera del salón de clases, afectando las relaciones interpersonales y el desarrollo sano de los alumnos.
De acuerdo con Alejandro Castro Santander, Director General del Observatorio de la Convivencia Escolar (UCA) y articulista colaborador de Escuela libre de acoso, los docentes deben “ser capaces de guiar a los estudiantes para que puedan, a través de la emoción, generar la reflexión, que el pensamiento concreto lleve al abstracto, y que a la expectativa del placer se admita la necesidad del esfuerzo. No será con la tecnología, sino a través de las palabras y en la elaboración de los mensajes donde habrá que buscar la emoción, el encuentro y el bienestar”.
El Observatorio Laboral te invita a que consultes las páginas Escuela libre de acoso y Ciberbullying donde encontrarás infografías, videos y artículos de interés sobre el bullying y el ciberbullying.
Además, la SEP pone a tu disposición el número telefónico 01-800-11-ACOSO, donde puedes llamar y denunciar si eres víctima o conoces el caso de alguien que sufra de los abusos mencionados.
¡En el Observatorio Laboral te informamos y orientamos! Ve más allá.