Fuente: Revista Electrónica de Investigación Educativa (Redie), Universia

¿Qué quieres ser de grande?, es una de las preguntas que escuchamos desde que somos pequeños; bombero, doctora, astronauta, bailarina, abogado, las respuestas son diversas, a veces cambiantes con el paso del tiempo. Y aunque ese momento se visualiza lejano, en un instante ya estás en la secundaria y tu futuro profesional está un paso adelante.

Encontrarte en esta etapa de tu vida representa una serie de sentimientos y emociones que debes saber afrontar. A diferencia de la primaria, ahora tienes más responsabilidades y compromisos escolares, te tratan como una persona más independiente y empiezas a desempeñarte como un aprendiz autónomo.

Como cada una de las etapas educativas, la secundaria llegará a su fin. Por delante te espera la preparatoria, la universidad, un posgrado y quizá estudios en el extranjero. Pero no hay que esperar al último momento, si cuando tenías cinco años ya sabías qué querías ser de grande, en esta etapa, este tema se vuelve imprescindible.

Las habilidades y conocimientos que adquieres durante tu educación básica, son los cimientos que te definirán en la etapa media y superior. Aunado a estas cualidades, debes tomar en cuanta cuáles son tus gustos y qué vocación tienes.

¡No temas!, suena complicado pero debes tener presente que si confías en tus habilidades y aptitudes lograrás tus objetivos, alcanzarás las metas que te has planteado y cumplirás tus sueños. Recuerda que no debes tomar decisiones precipitadas, dejarlas a la suerte o al criterio de otros.

Utiliza estos consejos publicados en el sitio web Universia y guíate en esta etapa de tu vida, no importa si cursas el primero, segundo o tercer año, nunca es demasiado pronto para decidir sobre tu futuro:

1. Sé franco con tus padres. Ellos deberán entender que estás atravesando un momento decisivo y que necesitas tu espacio para hacer una buena elección. Para esto, deberás hablar con ellos y explicarles tu situación.
2. Evita todo aquello que no sume. No te desgastes comparándote con otros estudiantes o criticándote. Lo mejor es que inviertas ese tiempo en investigar sobre lo que te gusta, tus habilidades y las carreras que puedes cursar.
3. Puedes inscribirte a cursos. Será clave que te conozcas a la perfección y para esto puedes inscribirte en cursos cortos, que sean de tu agrado y que te acerquen a tu vocación.
4. No te presiones. Cuanto más te presiones más te costará tomar una decisión. A pesar de esto, tampoco te relajes demasiado al punto de no investigar sobre tu posible futuro profesional y formación.

Además, puedes resolver el test vocacional: del Observatorio Laboral, te ayudará a despejar tus dudas. Recuerda: no te presiones, pero tampoco dejes para después las decisiones más importantes de tu vida.

¡En el Observatorio Laboral te informamos y orientamos! Ve más allá.