¿Buscas trabajo? ¡Limpia tu reputación online!
Fuente: Blog OCC
Internet es una poderosa herramienta para encontrar empleo, pero también puede ser el motivo por el que no te contratan. Los candidatos estamos subestimando la influencia de redes sociales y otros medios online en nuestro desarrollo profesional.
La Asociación Mexicana de Internet (AMIPCI) estima que en México somos más de 50 millones de usuarios de internet. 9 de cada 10 tenemos al menos un perfil en redes sociales.
Por otra parte, un estudio del portal CareerBuilder en Estados Unidos indica que 43% de los empleadores utilizan las redes sociales para saber más sobre los candidatos. La firma Staff.com reporta que 1 de cada 3 reclutadores ha eliminado a un candidato de un proceso por la información que encontró en sus perfiles sociales.
Tus redes sociales y otros perfiles online son más públicos de lo que piensas y es lógico que las empresas quieran saber más de ti de lo que dice tu CV. Hay que tomar en cuenta que:
1. Las empresas no contratan empleados, contratan personas. Por muy talentoso que seas para cualquier organización es importante saber cómo te comportarás en la oficina y si encajarás con su cultura.
2. Las redes sociales NO son privadas. Si hay algo que realmente quieras mantener privado en tu vida ¡no lo publiques en Internet!
3. Tus perfiles online pueden impulsar tu carrera y mostrar algo más de tu personalidad, intereses y conocimientos. Son una extraordinaria tarjeta de presentación si aprendes a utilizarlas.
Por lo tanto, antes de mandar tu currículum a ese trabajo que buscas, antes de hacer contacto en Twitter con un líder de tu industria o antes de postularte a una vacante en el portal de una empresa revisa si el contenido de tus perfiles online proyectan el mensaje adecuado.
¿Cómo lo hago?
Búscate en Google. Abre tu buscador y pon tu nombre. Si es muy común usa comillas y palabras clave. Ejemplo: “francisco díaz” contador df
Descubre qué dice Google de ti ¿aparece tu cuenta de Facebook? ¿tu perfil en LinkedIn? ¿el blog que creaste hace 5 años? Ingresa a esos sitios y revisa qué contenido pueden ver otras personas que se interesen en ti.
Elimina lo negativo. Hace 3 años te pareció divertido subir a YouTube un video de la última (y salvaje) fiesta de generación. En Facebook acostumbras compartir las bromas que les juegas a tus colegas del trabajo y burlarte de tu jefe. O tal vez los mensajes que envías en Twitter contienen lenguaje altisonante. Si un empleador encuentra dicho contenido puede llevarse una mala impresión, así que bórralo u ocúltalo.
Revisa la seguridad de tus redes. Todas las plataformas en línea que requieren tus datos de contacto tienen un Aviso de Privacidad y/o uso de datos ¿las has leído? ¿tienes restricciones para el público que puede ver tus actualizaciones? Si no tienes idea de lo que hablo es momento de tomarte un tiempo para revisar los Ajustes de Cuenta en cada uno de tus perfiles.
En cada red es posible seleccionar quién puede acceder a nuestra información. En Facebook, por ejemplo, puedes seleccionar álbumes como Privados, evitar ser encontrado por tu nombre en búsquedas en Google y autorizar contenidos donde fuiste etiquetado antes de que se publiquen. Revisa cada opción y protege tu información.
Publica más cosas positivas. Deja visible aquella información que te gustaría que una empresa sepa de ti, por ejemplo que participas como voluntario en una asociación de rescate animal o que lideras una liga deportiva en tu colonia.
No siempre puedes deshacerte de toda tu basura digital, sobre todo cuando los contenidos son publicados por alguien más, sin embargo sí puedes desplazarlos. Publica más contenidos positivos en tus redes: comparte artículos de interés, proyectos exitosos, presentaciones de la universidad, fotografías que te hagan lucir profesional, actualizaciones sobre cursos que hayas tomado o seminarios a los que hayas asistido.
No te hagas invisible. Borrar tu huella en la red por completo tampoco es buena idea, si un reclutador te busca y no encuentra nada de ti pierdes la oportunidad de impresionarlo.